Lo que le haríamos al tipo que maneja la grúa

Sabemos que hay laburos que demandan ciertas exigencias y aptitudes personales, complejos, polémicos, digamoslo de una vez… laburos de mierda! Pero el hecho no reside en el laburo sino en el que lo lleva a cabo. Hay gente que goza con estos laburos y el hecho de tener ese poder de dar el Ok trágico ante determinadas situaciones.

Guillo, un amigo de la casa, nos sugirió hacerle una Rutientrevista a alguno de esos tipos que manejan las grúas. Y no de las que te bancan y te vienen a buscar cuando se te quedó el auto. Sino de los soretes que se encargan de en el tiempo más rápido posible, engancharte el auto y remolcártelo lejos… bien lejos.

Básicamente cobran un sueldo por cagarte, por lo menos, el día. Después de que estos individuos se llevan un auto uno tiene que ir a retirarlo (siempre bien lejos) y encima pagar. Claramente estos tipos tienen que tener algún tipo de sadismo. O son garcas. Porque dedicarte a eso es muy heavy.

Bueno, cuestión que nos enardeció tanto el tema de estas personas, que dijimos “a la mierda, a este tipo no lo entrevisto un carajo”.

Y en vez de eso, se nos ocurrió buscar a alguno, averiguar dónde vive y hacerle lo siguiente:

Cuando el tipo vaya al supermercado cercano (lo ideal sería que vaya a uno de esos hipermercados, los que son enoooormes) a hacer la compra del mes en las que el carrito está al palo, esperas hasta que esté por terminar y cuando se distraiga un toque, por ejemplo, vaya a pesar alguna verdura, le sacás el carrito, se lo dejás bien (pero bien) lejos, en la otra punta del lugar y le dejás una nota que diga:

Ahí va a sentir lo que siente la gente que él caga todos los días.

Y además algo le vamos a cobrar.